Cómo convertir un espacio de la casa en un aula provisional
El coronavirus nos ha pillado a todos por sorpresa, y muchos hemos tenido que convertir alguna estancia de nuestra casa en un aula provisional para que nuestros hijos sigan recibiendo la formación de manera telemática.
Desde La Urdimbre nos hemos preguntado cómo podemos poner nuestro granito de arena durante estos días de cuarentena para ayudar a todos los alumnos y alumnas que están estudiando ahora desde casa. Aquí os dejamos algunos consejos para convertir esas “aulas provisionales” en espacios de aprendizaje que motiven y estimulen en estas circunstancias tan especiales.
// Iluminación //
Tener una iluminación adecuada es uno de los requisitos más importantes a la hora de elegir la ubicación de nuestra “aula provisional”. A más luz natural, mejor aprendizaje, concentración y memoria visual. Se reducen también las dificultades visuales, la fatiga, la hiperactividad, la irritabilidad,...
Siempre que sea posible, se recomienda ubicar el escritorio cerca de una ventana, colocándolo lateralmente para que la luz incida desde el lado opuesto a la mano con la solemos escribir, así evitamos hacernos sombra sobre el papel. Para las pantallas de ordenador, tablets,... también es importante que la luz entre lateralmente, evitando así reflejos y brillos que puedan causar fatiga visual.
Respecto a la iluminación artificial, debemos seguir las mismas recomendaciones de orientación. Hay que evitar usar espacios iluminados por bombillas fluorescentes, pues algunas de ellas pueden provocar dolor de cabeza y cansancio en estancias prolongadas.
// Ventilación //
Una de las recomendaciones sanitarias de estos días es ventilar la casa para renovar el aire y reducir las posibilidades de transmisión del COVID-19 en el hogar. En habitaciones donde la estancia es prolongada, como ocurre con estos espacios de estudio y trabajo, la concentración de CO2 aumenta y el “aire viciado” puede afectar a la concentración y a la salud de los estudiantes, por lo que recomendamos que estas “aulas provisionales” se sitúen en espacios con posibilidad de ventilar, al menos 5 minutos cada hora.
// Confort térmico //
La temperatura óptima de nuestra “aula provisional” debe estar entre 21 y 23 grados. Un exceso de calefacción es incluso más perjudicial que un ambiente frío para el estudio.
Si el sistema de calefacción que tenéis en casa es de convección (se mueve aire caliente de manera mecánica), la estancia debería ser ventilada con mayor frecuencia ya que estos aparatos generan flujos de aire que arrastran polvo y partículas en suspensión, favoreciendo las reacciones alérgicas y la sequedad de las vías respiratorias y los ojos.
Si el ambiente es muy cálido, puede generar síntomas como dolor de cabeza y cansancio, lo que hace disminuir considerablemente la capacidad de concentración.
// Mobiliario ergonómico //
Otro de los elementos clave para garantizar el confort de nuestra “aula provisional” es facilitar una postura ergonómica en el lugar de estudio. La postura ergonómica depende de la actividad que se realice, de la estatura, de los puntos de apoyo, de la altura del foco visual,... Como la casuística es muy grande, os dejamos estas recomendaciones para que os sirvan de guía a la hora de encontrar el mobiliario más adecuado.
Siro López, “Esencia. Diseño de espacios educativos. Aprendizaje y Creatividad”, p.85.
También es recomendable que se varíe la postura frecuentemente, incluso cambiando de espacio si la actividad lo permite. Posibilitar que el estudiante pueda elegir el lugar más cómodo en función de la actividad, como leer en el sofá, hacer un puzzle en el suelo o dibujar en una pizarra de papel pegado en la pared. Siempre que se cuiden las posturas correctas, se garantizará que se reduzca la incomodidad y la sensación de encierro propio de estos días.
// Contacto con la naturaleza //
Los seres humanos tenemos una necesidad biológica de conectar con la naturaleza llamada biofilia. Durante estos días en casa, esta necesidad se intensificará, por lo que creemos recomendable su presencia en aquellos lugares donde pasaremos la mayor parte del tiempo.
Si no tenéis plantas en casa, es el momento de improvisar utilizando alimentos que todos tenemos en la despensa, por ejemplo, las legumbres. Un tarro con algodón húmedo y algunas lentejas es un clásico que no falla. En pocos días aparecerán las raíces y antes de que acabe la cuarentena tendremos los primeros brotes verdes.
// Espacio expositivo //
La motivación de los más pequeños será muy importante durante estos días para evitar el aburrimiento y la monotonía. Proponemos elegir un lugar de la casa donde exponer todos los trabajos, dibujos o manualidades realizadas con el fin de que sean compartidos con la familia y generar conversaciones en torno a ellos.
// Actividad física //
Aunque no afecte directamente al espacio de trabajo, nos parece oportuno destacar la importancia de la actividad física como complemento a todas las recomendaciones anteriores. Realizar algo de deporte les ayudará a mejorar su postura y su concentración durante los momentos de estudio. Hay numerosas iniciativas en las redes para poder hacer algo de ejercicio en casa con nuestros hijo. Aquí podéis encontrar algunas: Ejercicios fáciles y divertidos para hacer en casa con los niños.