Encuentro Internacional de Infancia, Arquitectura, Educación e Inclusión
El pasado fin de semana asistimos al Encuentro Internacional de Infancia, Arquitectura, Educación e Inclusión, celebrado en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid (MNCARS) y organizado por la Escuela en Arquitectura Educativa de la UAM; en el que se profundizó, desde diferentes ámbitos, en la vinculación entre el espacio y la educación, situando a los niños y adolescentes como protagonistas del proyecto, incidiendo en la importancia de su participación durante todas las fases del proceso de diseño.
Destacamos así los 4 puntos que Hanna Kapanen, curadora de educación especializada en diseño, formuló como conclusiones del Proyecto de diseño participativo con infancia para el equipamiento de un nuevo hospital infantil en Helsinki (Finlandia):
- Los intereses de los niños necesitan ser escuchados.
- Veamos las capacidades de los niños, y brindémosles oportunidades y herramientas para expresar sus ideas.
- Encontremos un lenguaje común para permitir a los niños comunicarse.
- Los niños deben sentir que son apoyados y no dirigidos.
“Children are not the people of tomorrow, but are people of today. They have a right to be taken seriously, and to be treated with tenderness and respect.” Janusz Korczak (1929).
Actualmente, cada vez son más los proyectos llevados a cabo en entornos educativos que dan voz a los niños, generan ambientes acogedores, empáticos, que reflejan valores, crean recuerdos, y les permiten experimentar y desarrollar sus habilidades.
Como ejemplos pudimos conocer algunas experiencias realizadas en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid (MNCARS) así como en el MAXXI de Roma.
Centrándose en el ámbito del patio, Carme Cols y Josep Fernàndez (El Safareig), nos animaron a pensar en el carácter polivalente de estos espacios, en los que pueden ocurrir multitud de cosas, entendidos como espacios de aprendizaje, de salud y bienestar, y que en la mayoría de los centros educativos actuales son retos cargados de oportunidades para:
- Crear relaciones que cohesionan las realidades sociales.
- Compartir recursos, herramientas y conocimientos.
- Dar respuesta a la diversidad de intereses.
- Crear valores éticos y estéticos compartidos.
- Unir diferentes perfiles profesionales para realizar proyectos colectivos.
“no se trata solamente de aulas y pasillos; no se trata tan sólo de aprender matemáticas e idiomas”, sino de “que los niños aprendan a convivir entre ellos”…
“… la escuela debería ser una especie de ciudad, un microcosmos. Por ello considero en mis conceptos sobre todo el espacio fuera de las aulas propiamente dichas. Mediante una mayor apertura espacial logro que los pasillos dejen de ser meros espacios de tránsito. En ellos se realizan por lo menos actividades como en las aulas. Aquí los alumnos pueden reunirse, encontrarse, hablar, solucionar conflictos… incluso la enseñanza puede realizarse aquí. Esta apertura fomenta la convivencia social…” Herman Hertzberger.