En el barrio de La Viña de Cádiz, muy próxima a la Playa La Caleta, se encuentra la calle San Félix, donde existe una antigua casa de vecinos en el número 7, que data del siglo XIX, y es objeto del presente proyecto.

Los objetivos planteados han sido rediseñar las viviendas para adecuarlas a la normativa y necesidades actuales de sus futuros inquilinos, dotar al edificio de zonas comunes que alberguen diversos usos lúdicos y de disfrute, y mantener la memoria del edificio a la vez que transformarlo a través de soluciones contemporáneas.

El programa del edificio plantea diez viviendas: ocho con una habitación, una con dos habitaciones y una que permita la posibilidad de estructurarse como estudio; y espacios comunes que potencien la vida vecinal: el txoko, la piscina, y espacios exteriores y semi-exteriores como el patio y la azotea.

Partiendo del esquema tipológico del edificio, en el que deben mantenerse los volúmenes existentes, se ha realizado una zonificación entre usos privados y públicos, destinando los espacios perimetrales en planta baja y primera a usos privados (viviendas), y las zonas centrales y la cubierta a usos públicos (zonas comunes).

Desde el acceso, situado en la zona central de la fachada, se llega a un gran vacío surgido de la suma de los dos patios existentes y “el tercer patio”, originado como consecuencia del vaciado de la edificación central para construir en este punto la escalera que comunica las diferentes plantas. Este gran área central articula el edificio y se convierte en un espacio de relación que potencia las cualidades de la casa de vecinos.

La cubierta, que culmina la comunicación vertical del edificio, resuelve los usos más comunitarios y alejados de la privacidad de las viviendas. En ella se encuentran la piscina, en un nivel elevado con respecto al resto de la azotea, zonas de descanso y reunión, el txoko, y un área próxima a este cubierta por una pérgola.

En cada una de las plantas edificadas se distribuyen 5 viviendas, dotadas con la ventilación e iluminación necesarias, pese a la complejidad formal y a las condiciones de partida del proyecto. Para ello, se ha optado por la repetición de los huecos existentes en varias de las viviendas actuales incidiendo en su ubicación en torno a los patios principales, colocando en las estancias con luz y ventilación más favorables las zonas de día (salón, comedor y cocina), y aquellas que pueden tener unas condiciones más desfavorables de iluminación se han destinado a las zonas de noche (habitaciones) o espacios de servicio (lavadero y baño).