Renaturalización del Colegio Al-Andalus 2000: sostenibilidad y materiales reciclados
Durante este curso, desde La Urdimbre estamos colaborando con el Colegio Al-Andalus 2000 en un proyecto de renaturalización de los espacios exteriores del centro, enmarcado dentro de su proyecto ECOESCUELA, en el que llevan trabajando varios años para la implementación de acciones sostenibles, como programas de reciclaje o la introducción de energías renovables, con el objetivo de estar a la vanguardia de la educación ambiental y la responsabilidad ecológica.
A lo largo de varias publicaciones, nos gustaría contaros cómo está siendo este apasionante proyecto, en el que se están desarrollando diferentes intervenciones basadas en la inclusión de la naturaleza y la apuesta por el empleo de materiales reciclados y reciclables, definidas, además, como una oportunidad educativa para que el alumnado aprenda sobre sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente.
Patios en sombra.
La primera fase del proyecto de renaturalización ha consistido en la definición de una solución para dotar de más sombra al patio principal del centro así como al destinado al alumnado de infantil. Para ello, de la mano de La Bambusería, hemos apostado por una intervención novedosa basada en la plantación de bambú no invasivo, al tratarse de una planta de rápido crecimiento, con gran adaptación al clima mediterráneo y a las altas temperaturas, y que permite crear hasta 100 m2 de sombra en un período aproximado de 2-3 años, destinando 9 m2 de superficie a la plantación.
Para proteger al bambú, hemos diseñado un vallado sostenible construido por RECREOO mediante perfiles de polímeros reciclados, destacando, así, la economía circular como una protagonista más del proyecto.
En nuestro constante compromiso con la innovación sostenible, nos hemos embarcado en un proyecto que no sólo transforma el entorno del centro educativo, sino que busca incidir en la experiencia educativa del alumnado. ¿Cómo? A través del empleo de un material reciclado y reciclable con el que definir los límites físicos del proyecto a la vez que impulsar valores educativos fundamentales. De este modo, el vallado es una expresión del compromiso del centro con la sostenibilidad y al mismo tiempo se convierte en una herramienta pedagógica. Cada perfil que constituye el vallado cuenta una historia única, desde la procedencia de los materiales reciclados hasta la importancia de reducir nuestra huella de carbono.
Al utilizar plástico reciclado y reciclable, invitamos a los estudiantes a reflexionar sobre la responsabilidad ambiental y les proporcionamos una lección tangible sobre la reutilización de recursos. El vallado se convierte en un recordatorio constante de que cada acción, incluso la elección de materiales de construcción, impacta en nuestro entorno.
Además, esta primera fase de intervención ha estado respaldada por la participación activa de la comunidad educativa, mediante la autoconstrucción del vallado a lo largo de varias jornadas de trabajo, que han servido también para fomentar los lazos comunitarios.
En La Urdimbre creemos que cada proyecto es una oportunidad para traspasar los límites convencionales y aportar soluciones novedosas y con propósitos innovadores. El proyecto no busca únicamente una mejora del entorno, sino una inversión en la educación sostenible, sembrando semillas de conciencia ambiental y creatividad en el alumnado.
En las próximas publicaciones profundizaremos en este proyecto de renaturalización en el que hemos volcado nuestro compromiso con un futuro más sostenible, educativo y creativo.